Sábado 2 de Febrero de 2013, me levanto como cualquier otro fin de semana, enciendo el PC, me doy un paseo por las páginas de los principales diarios españoles, deportivos y generales, las noticias me llevan, irremediablemente, a acabar viendo la rueda de prensa que el presidente del gobierno, el ínclito Mariano Rajoy, ya sabéis la actualidad manda y, por aburrido que me pareciese ya de entrada, decido hacer el esfuerzo y ver dicha comparecencia. No voy a entrar a comentar lo que "nuestro" presidente ha anunciado, lo que os vengo a comentar es la sensación de déjà vu que he tenido mientras observa la pantalla, mis ojos veían a Mariano Rajoy, mis oídos escuchaban su voz, pero, irremediablemente, dentro de mi cabeza, no podía evitar ver una cara que todos conocemos ni más, ni menos, que la del presidente del Real Madrid, el Sr. Florentino Pérez.
Terminada la rueda de prensa, me he parado a pensar en el porque de la aparición de Florentino en mi mente mientras veía y escuchaba a Rajoy, irremediable y rápidamente, ha venido a mi cabeza otra comparecencia ante la prensa de hace pocos días que, bajo mi punto de vista, fue muy similar a la que hoy nos ha brindado el Sr. Rajoy, no por lo que se dijese en ambas, se trataron temas diametralmente opuestos, sino por la manera en la que el interlocutor se dirigía a su audiencia y la lividez y vaguedad de los argumentos que ambos exponian. Si, como no, estoy hablando de la comparecencia en la que Florentino Pérez salió a desmentir aquella famosa portada de Marca.
En ambas ocasiones los oradores nos deleitan con actuaciones muy similares, ambos acuden a desmentir hechos graves en los que ellos o las organizaciones que representan se ven envueltos, las estrategias utilizadas son, prácticamente, un calco. Ambos niegan la mayor, desmienten, sin aportar ningún tipo de prueba, todas las acusaciones a las que se enfrentan, igualmente, los dos matan al mensajero y lo culpabilizan de todos sus males, a la vez que, como no, denuncian una conspiración en contra de sus organizaciones que solo tiene como objetivo dañarlas utilizando cualquier medio.
Todas las palabras que salen por las bocas de ambos oradores van dedicadas, única y exclusivamente, a sus fieles, no son palabras para la audiencia, sino, solo, para su audiencia, no explican nada de lo que deberían, simplemente se dedican a endulzar los oídos de los suyos diciéndoles exactamente lo que ellos están esperando escuchar, es decir, realizan ruedas de prensa para marionetas, no para seres con pensamiento propio, no se aceptan preguntas, eso sería incómodo, el mensaje es el que es y así hay que tragárselo.
Esta es la calidad de los representantes de dos de las mayores instituciones de este país, y, por añadidura, la calidad de gran parte de la gente que en el vive, que, sin dudar un momento, están dispuestos aceptar como buen la palabra de sus líderes sin siquiera cuestionarse lo más básico acerca del mensaje.
Luego nos extrañamos de que estemos en crisis y de que no haya atisbo de salir de la misma, si la gente que nos debería guiar no nos cuentan más que lo que los suyos quieren oír y, además, al final, se les acaba dando por bueno, el camino oscuro por el que vamos no puede sino ir profundizandonos en la oscuridad.
Para terminar os dejo ambas comparecencias para que podáis juzgar por vosotros mismos.
Todas las palabras que salen por las bocas de ambos oradores van dedicadas, única y exclusivamente, a sus fieles, no son palabras para la audiencia, sino, solo, para su audiencia, no explican nada de lo que deberían, simplemente se dedican a endulzar los oídos de los suyos diciéndoles exactamente lo que ellos están esperando escuchar, es decir, realizan ruedas de prensa para marionetas, no para seres con pensamiento propio, no se aceptan preguntas, eso sería incómodo, el mensaje es el que es y así hay que tragárselo.
Esta es la calidad de los representantes de dos de las mayores instituciones de este país, y, por añadidura, la calidad de gran parte de la gente que en el vive, que, sin dudar un momento, están dispuestos aceptar como buen la palabra de sus líderes sin siquiera cuestionarse lo más básico acerca del mensaje.
Luego nos extrañamos de que estemos en crisis y de que no haya atisbo de salir de la misma, si la gente que nos debería guiar no nos cuentan más que lo que los suyos quieren oír y, además, al final, se les acaba dando por bueno, el camino oscuro por el que vamos no puede sino ir profundizandonos en la oscuridad.
Para terminar os dejo ambas comparecencias para que podáis juzgar por vosotros mismos.
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