lunes, 11 de febrero de 2013

Atletismo en el Bernabéu

A falta de buen fútbol que echarse a la boca, hace mucho tiempo que por el Bernabéu no se saborea buen fútbol de calidad por parte del equipo local, los voceros madridistas han decidido exaltar las virtudes atléticas de su superestrella, Crisitano Ronaldo, y elevar sus ocasionales carreras como si del mejor caviar futbolístico se tratase. Pobres de ellos.
Ante la imposibilidad de su equipo de dar más de 3 pases seguidos con sentido, a pesar de la calidad brutal que atesora su plantilla, gracias a la maravillosa labor de su entrenador, José Mourinho, desde el club madridista han decidido que, ahora, lo que se lleva es el atletismo, correr como alma que lleva el diablo para acabar chutando a portería, da igual que para ello, su equipo cargado de estrellas, tenga que jugar en su estadio de la misma manera que lo hace el Osasuna allá por donde juega.

Que vaya por delante que el contragolpe y la velocidad me parecen maneras de jugar perfectamente legítimas y válidas y que, además, pueden ser de lo más estético, el Real Madrid del último año y medio ha realizado algunas de las mejores contras que he podido ver en mi vida, y he visto unas cuantas, pero, cuando tu plantilla está plagada de estrellas y cuentas con gente de la calidad de Özil, Benzema, Modric, Di María, Marcelo y Cristiano Ronaldo, que tu única apuesta sea la de salir corriendo como si no hubiese mañana, personalmente, me resulta un desperdicio vergonzante.

Ahora resulta que para jugar bien al fútbol, siempre según los "entendidos" de la caverna, has de correr mucho y rápido, eso si, solo 2 o 3 veces por partido, que claro, más no se puede, es decir, cogiendo como referencia el 4-1 del pasado Sábado ante el Sevilla, de 90 minutos de juego, el podríamos salvar unos 60 o 70 segundos de furibundas contras madridistas, el resto del partido, sopor, del más espeso y profundo.
Y es que ese es el problema, detrás de las contras madridistas, no hay nada, detrás de las carreras de Cristiano Ronaldo, siempre acompañado de 2 o 3 compañeros generándole espacios, no hay nada de nada, no hay apenas una pizquita de fútbol que echarse a la boca. Eso si, hay mucha contención, mucho cierre de líneas y muchas, pero que muchas, patadas.

Si falaz es intentar colar 4 carreras como quintaesencia futbolística, peor aun es, sin ningún rubor, atribuirle todo el mérito en exclusiva a una sola persona, están poniendo de moda el "yo me lo guiso, yo me lo como", así están titulando los goles del Real Madrid, minimizándolo todo a lo que su niño bonito hace, correr como un loco 70 u 80 metros y empujarla a la red, pero, al mismo tiempo, despreciando el trabajo que para el hacen el resto de sus compañeros. Muy contento debe estar el vestuario de que así se valore el trabajo de la mayoría.
Si Cristiano corre sin oposición es, la mayoría de veces, porque a su lado, junto a el, corren algún o algunos compañeros suyos limpiándole defensas y generándole espacios para que pueda llegar franco a la portería, no recuerdo en los últimos 3 años una jugada en la que Cristiano Ronaldo haya regateado a más de un defensa o se haya ido en velocidad de 2 o 3 hombres que le hacían la cobertura. Minimizar un gol como el 4-0 del otro día al Sevilla solo a la aportación de Cristiano es hacerle un flaco favor a el y al vestuario.

Mientras en el Bernabéu se tienen que conformar con ver algo de atletismo en cada partido que allí disputa el Real Madrid, en el Camp Nou empieza a ser tónica habitual que el Barça deleite con perfectas funciones de ballet como la que, sin ir más lejos, se pudo disfrutar ayer en horario matutino.
No hay color entre el fútbol que practica uno y otro equipo, es más, en mucho momentos, se podría dudar hasta de si se trata del mismo deporte. Os dejo los resúmenes de ambos partidos y sacáis vuestras propias conclusiones, personalmente, lo tengo muy claro. Meridiano.





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