lunes, 28 de enero de 2013

La polémica contra el fútbol

Nueva exhibición del Barça y de Leo Messi, un 5-1 contra un Osasuna bien plantado. Con un equipo plagado de cambios, pensando, con toda lógica en el compromiso copero del Miércoles, el Barça ha convertido el partido, una vez más, en un mero trámite. Cesc, Iniesta, Jordi Alba y Piqué no han pisaron el césped en la tarde de ayer, es decir, casi la mitad de los teóricos titulares de campo en el 11 de gala de Tito Vilanova rotaron ayer, el equipo apenas notó los cambios y termino arrollando.
Cierto es, no decirlo sería negar la realidad, que el partido cambió en el minuto 26 cuando, tras unas manos dentro del área  el jugador osasunista arribas fue expulsado, ya había visto otra amarilla por otras manos en la banda, y se decretó pena máxima. En ese momento, el resultado reflejaba un engañoso 1-1.



Que la expulsión de Arribas facilitó el trabajo al Barcelona Eso es un hecho, un penalti y una expulsión siempre facilitan las cosas., pero, ¿la expulsión de Arribas explica, por si sola, el resultado del partido?, nada más lejos de la realidad. La realidad dice que Osasuna marcó en el único disparo entre los tres palos que había realizado hasta el momento, mientras que el Barça, sin contar el gol de Messi, ya había generado un par o tres de buenas ocasiones contra la meta de Andrés Fernández. 
Reducir la victoria del Barça en los términos que ayer hicieron desde la caverna madridista es, una vez más, el único antídoto que se les ocurrió, para tapar, en la medida de lo posible, otro nuevo vendaval futbolístico de los Messi, Xavi, Thiago, Alves y compañía.

 Es ya un clásico, de un tiempo a esta parte, que, tras cada victoria azulgrana, desde la caverna se rearbitre el partido buscando la polémica y, en muchos casos, directamente inventándola  hay que afear los triunfos del Barça sea como sea, hay que crear ese tufillo de ayuda arbitral alrededor de los triunfos culés, no importa como se haya dado el partido, lo importante es sembrar dudas y dejar sospechas de ayudas, robos y conspiraciones arbitrales.
Del partido de ayer podríamos discutir varias cosas, como, por ejemplo, si la expulsión de Arribas esta o no justificada, con el reglamento en la mano, Arribas estuvo bien expulsado, 2 manos, 2 amarillas, a la caseta. Polémica 0. Otro asunto, para debatir en otro foro y en otro momento, es si la manera en como actualmente se sancionan las manos es la más conveniente o no, pero esto poco tiene que ver con la polémica.
Más allá de la expulsión del jugador osasunista, la única polémica que se puede extraer del partido de ayer son 2 fuera de juegos mal señalados, uno a favor y el otro en contra del Barça, ambas jugadas acabaron en gol, así que, aplicando un poco de lógica básica, poca polémica se puede sacar del partido de ayer.

Sabedores como son en la caverna que pocos peros futbolístcos le pueden achacar a este Barcelona, recurren a la polémica como única arma para desacreditar sus victorias, ayer, sin ir más lejos, se les pudo escuchar reclamar la expulsión de Adriano por una jugada en la que el brasileño llega algo tarde y pisa a Oier. Sin embargo, pasaron de puntillas una jugada en la que el propio Oier entra por detrás a Alves y le alcanza el tobillo, merecedora, esta vez si, sin ningún tipo de dudas, de la tarjeta roja. Como también omitieron analizar una jugada en el minuto 4 en la que Thiago se interna en el área y, mientras remata, es claramente desestabilizado por 2 defensores osasunistas.


Minuto 4 de partido, si Thiago se deja caer, penalty y expulsión del jugador rojillo. Pero claro, esta jugada, como muchas otras, a los señores de la caverna no les interesa para nada, porque, en una sola jugada, quedan dos cosas claras, que los árbitros también se equivocan en contra del Barça y, sobre todo, que todo aquello que inventaron acerca de que los jugadores azulgranas tienen tendencia a ir al suelo y teatralizar es una falacia monumental. Me hubiese gustado ver a Di María , Özil o Cristiano Ronaldo en el lugar de Thiago, me jugaría mis escasos ahorros a que la jugada no hubiese terminado en remate sino en caída aparatosa.

En definitiva, los señores de la caverna intentar, polémica mediante, reducir las victorias azulgranas al mínimo exponente, es decir, solo a lo que a ellos les interesa, solo a la parte más fea, olvidándose, como no, del fútbol que se ha podido ver en el césped. La consigna es clara, si hay polémica, nos aferramos a ella, si no la hay, nos la inventamos. El caso es decir, partido tras partido, que el Barça gana, golea o enamora gracias a controvertidas decisiones arbitrales. Perdonen señores, pero no cuela, no cuela para nada.
Mientras tanto, manteniendo su nivel de hipocresía y sectarismo, pasan de puntillas por otras jugadas que, en  esta ocasión si, definen partidos y resultados, pero claro, como todo cambia según el color de la camiseta del infractor o del beneficiado, de estas cosas, cuanto menos se hable, mejor.


Mientras sigamos viendo el primoroso fútbol con el que el Barça nos deleita partido tras partido, pueden coger sus polémicas y metérselas donde les quepan, porque, por mucho que les moleste, el fútbol siempre estará por encima de la polémica, por mucha que inventen.

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