martes, 29 de enero de 2013

D10S y la máquina

A poco más de 24 horas para un nuevo clásico, F.C. Barcelona y Real Madrid protagonizan, de nuevo, unas semifinales de la Copa del Rey, desde los medios cavernarios siguen empeñados, para no perder su costumbre, en, sea como sea, equiparar a su máquina perfecta, Cristiano Ronaldo, con el dios futbolístico en el que se ha convertido Messi.
Escudándose en un sin fin de números y estadísticas, la mayoría de ellos sesgados y cogidos con alfileres, intentan demostrar que, si no por encima, eso ya lo asumieron, al menos, que Cristiano Ronaldo está a la misma altura, o muy cerca, del nivel de Lionel Messi. Pobres de ellos, quedan retratados cada vez que Leo asoma por el túnel de vestuarios y salta al terreno de juego, ahí  en el verde, lejos de las páginas de los diarios, de las hojas de calculo llenas de estadísticas y números, ahí  y no en otro sitio, es donde Messi reclama su reinado y su supremacía cada vez que hace acto de aparición.


No hace falta descubrir que tipo de jugador es Cristiano Ronaldo, con el tiempo, se ha convertido en un verdadero depredador del área, un goleador de los que marcan época, hace tiempo descubrió, o alguien le dijo, que, a nivel futbolístico, estaba a años luz de distancia del argentino, así que, como gran profesional que es, con sus ansias infinitas por mejorar, decidió reconvertir su juego para aumentar de manera radical sus cifras goleadoras, si el juego no era suficiente, los goles compensarían la diferencia entre el y Leo Messi.
A priori, el plan resultaba perfecto, Messi nunca había destacado por ser un gran goleador, veía puerta con cierta regularidad pero, ni mucho menos, era su mejor faceta, Messi creaba más juego del que finalizaba, era trabajo de otros empujar el balón a la red.
Era un plan perfecto, todo tenía pinta de funcionar a la perfección, pero entonces llego Pep Guardiola y lo cambió todo.

Con Pep, prácticamente desde el primer día, Messi se liberó de la banda que, hasta el momento, lo tenía oprimido, para empezar a moverse por todas las zonas del campo, por momentos era extremo, pasaba a la media punta, aparecía como delantero centro o, incluso, como medio centro de creación. Este cambio, intencionadamente o no, provocó que Messi, poco a poco, fuese estrechando su relación con el gol hasta que, llegado un momento, fuesen tan íntimos que ya formasen una pareja indisoluble.
El plan de Cristiano y su entorno se vino abajo porque, no solo Messi anotaba tanto como el, sino que, ahora, Messi anotaba incluso más que el, podríamos ahora poner un montón de estadísticas que avalan esto, pero solo manejaremos una, con casi 140 partidos menos jugados en la élite, Messi apenas ha anotado cinco goles menos que Cristiano (499 partidos y 302 goles para Cristiano y 361 partidos y 297 goles para Messi), par que nos hagamos una idea, 138 partidos son, mas o menos, 2 temporadas completas en la élite, es decir, con 2 años menos jugados, Messi lleva prácticamente los mismo goles que Cristiano. Queda demostrado entonces que en el plano anotador, Cristiano no aguanta la comparación con Messi.

Eligieron los goles para colocar a Cristiano a la altura de Messi y este, sin apenas despeinarse, les respondió con su misma moneda, con goles y más goles, lo más sorprendente para ellos fue que, así como Cristiano redujo muchas de sus prestaciones para anotar más, Messi siguió creciendo como jugador al mismo tiempo que lo hacía como goleador. Cristiano son goles, muchos goles, muchas estadísticas, mucho marketing, mucha imagen en venta, un gran producto, no cabe duda de ello. En cambio, por su parte, Messi es eso y mucho más, Messi son goles, son estadísticas, son títulos, son récords, es marketing, pero, además, Messi es fútbol, del bueno, del de verdad, del que solo ofrecen los elegidos, del que merece pagar una entrada por ver, anote o no anote goles.

Cristiano, probablemente, es la mejor máquina anotadora en la que un humano se pueda convertir, un físico imponente, creado tras mucho esfuerzo y sacrificio al servicio del gol, pero no deja de ser eso, un humano, en cambio Messi, sin ese físico espectacular, sin esa imagen imponente, tiene algo mucho más importante, tiene el don, Messi es el juego y el juego es Messi, a Leo no se le puede valorar por sus números porque, sin duda alguna, eso sería despreciar la mejor parte de su juego.
Cristiano es la máquina perfecta, pero, ¿quien puede preferir a una máquina a un D10S?



No hay comentarios:

Déjanos tu opinión