jueves, 31 de enero de 2013

¿Ahora toca hablar de fútbol?

Ya está, ya pasó el primer partido del siglo de este 2013, ayer en el Bernabéu se disputó el primero de los muchos duelos que han de enfrentar a F.C. Barcelona y Real Madrid durante este año. El de anoche fue una repetición de otro partido que ya habíamos visto antes, un Madrid replegado esperando el robo en la zona de creación del Barça para matarlo en un solo pase o en su propio campo para montar sus ya famosas contras. Por su parte, el Barça, lo de siempre, control del partido, del ritmo, del balón y de la posesión. Salvando los 8 o 10 primeros minutos y los 10 minutos finales, en los que el Madrid logró descontrolar por completo el partido, presionar y robar con facilidad y poner en muchos aprietos al Barça. Los otros 70 o 75 minutos restantes, el Barça controló el partido a la perfección, creando multitud de ocasione que, de no haber tenido la pólvora mojada, hubiesen dejado la eliminatoria muy favorable al conjunto azulgrana.
Hasta aquí el fútbol, la parte de la que la caverna ha elegido hablar del partido de ayer, porque, casualmente, para un día que podían hablar largo y tendido de polémicas y arbitrajes, sospechosamente, el tema principal es el fútbol, el capítulo arbitral pasa a un segundo plano, las polémicas lo son menos. 
Casualmente, ayer, el equipo que salió beneficiado, y mucho, fue el Real Madrid.

No voy a entrar a enumerar una a una todas las jugadas en las que el árbitro perjudicó al Barcelona, sería largo y tedioso, además, aun habiendo claras jugadas de perjucio máximo, sobre todo un fuera de juego que dejaba sólo a Messi frente a Diego López, lo más escandaloso del arbitraje que anoche perpetró Clos Gómez en el Bernabéu fue el muy diferente criterio a la hora de señalar las faltas y, sobre todo, las amonestaciones. 
Para demostrar lo que digo, nada mejor que observar las estadísticas del partido de ayer sacadas de una fuente, de nuevo, que podemos tachar de cualquier cosa menos de barcelonista, no es otra que Marca.com.


El Barça obtuvo casi un 62% de la posesión y fue sancionado con 5 faltas, por su parte, el Real Madrid, con  un 38% de la posesión del balón, fue sancionado con 19 infracciones al reglamente, cuando digo que fueron sancionados lo hago con toda la intención del mundo, ayer el árbitro sancionó lo que le vino en gana, el Barça, hasta más allá de los 60 minutos solo había sido sancionado con una falta, la del minuto 1 en la que, tras un piscinazo escandaloso de Cristiano Ronaldo, amonestó a Pique y señaló una peligrosa falta en la frontal del área de Pinto. Es decir, 2 tercios del partido y el F.C. Barcelona solo tenía una falta en contra, que, además, ni siquiera había sido tal. Esto deja bien claro como se empleó ayer el equipo de Tito Vilanova y Jordi Roura en tareas defensivas, impecable y limpio. Poco más que añadir.
Por su parte el Real Madrid fue sancionado con 19 faltas, 14 más que el equipo azulgrana, sin embargo, lo más grave no fue esa diferencia, sino que la diferencia real fue mucho más alta, el arbitro permitió un nivel de contacto al equipo madridistas que, de haber mantenido el mismo listón para ambos, hubiese acabado con una cantidad de faltas cometidas por el equipo blanco escandalosa. Mención especial para lo que sufrieron ayer Messi e Iniesta, cada vez que recibían el balón, de regalo, y en connivencia con el colegiado, recibían una patada y/o empujón con el mismo, haciendo gala el colegiado de lo que ya viene siendo un clásico contra el Barça, si, el famoso " Sigan, sigan". 

De todos los datos que hablan mal de la labor realizada ayer por el arbitro, sin duda alguna, el capítulo de las amonestaciones es el más surrealista, en el cómputo final de las mismas, ambos conjuntos terminaron con el mismo número de amonestados, es decir, 3 por cada equipo. Xabi Alonso, Carvalho y Callejón por parte madridista y Piqué, Puyol y Alves por parte azulgrana. Sin entrar a valorar si el arbitro debió amonestar en más ocasiones a los madridistas, que debió hacerlo, clama al cielo observar el partido que realizaron tanto Piqué como Puyol, para luego compararlo con lo perpetrado por jugadores como Essien y Arbeloa, y observar que los amonestados fueron los jugadores azulgranas. 
El árbitro amonestó con el mismo número de tarjetas a un equipó al que sancionó con 19 infracciones que a su rival al que solo le sancionó 5, es decir, el Barça recibió una tarjeta amarilla por cada 1.6 faltas cometidas, mientras que el Madrid necesitó de 6.3 faltas para recibir el mismo castigo. Vergonzosa la actuación de Clos Gómez y su doble rasero.

Tras todo lo expuesto, solo me queda añadir que, bajo mi particular visión de lo ocurrido ayer en Madrid, la lectura final que saco del partido es que, por muy mala labor arbitral que sufriese ayer el Barça, el principal responsable del empate es el propio equipo azulgrana, si no se hubiesen fallado las varias ocasiones claras de gol que se tuvieron, ni siquiera la nefasta labor arbitral hubiese influido en el resultado. 
El F.C. Barcelona no empató debido a la labor del colegiado, en cambio, el Real Madrid si que logró el empate debido a la gran ayuda que recibió de Clos Gómez, ya nos solo por el distino trato sancionador que recibió del colegiado, sino, y, resumiendolo todo en una jugada, si el trencilla no hubiese señalado el fuera de juego que dejaba solo a Messi delante de Diego López, con toda seguridad hoy estaríamos hablando de otro resultado.

imagen vía @stewiecarras

Errores en fueras de juego, en amonestaciones, incluso el córner del que parte el gol del Madrid está mal señalado, era saque de puerta a favor del Barça. no importa, ayer, para la caverna, lo importante fue el fútbol, de nuevo, justamente, en un partido en el que, como ya viene siendo habitual, el equipo que salió claramente favorecido fue el Real Madrid. Al contrario que cuando el Madrid es perjudicado, aunque solo sea en una aislada jugada en todo el partido, ayer, lo que importaba era el fútbol, que si, hubo mucho y bueno sobre el césped del Bernabéu, la mayoría expuesto por el conjunto azulgrana, pero, de ninguna manera, ese fútbol puede ocultarnos lo que ayer aconteció, un verdadero atraco a mano armada al conjunto visitante.
Eso si, hoy toca hablar de fútbol, única y exclusivamente porque desde Madrid así lo han decidido, única y exclusivamente para tapar las vergüenzas arbitrales de las que se viene favoreciendo el Real Madrid en esta Copa del Rey. Pues yo no trago con la versión ofical, no me da la gana. Cuando hay que hablar del árbitro, se habla, sea quien sea el perjudicado/beneficiado y ayer, ayer fue un día para hablar largo y tendido de la labor arbitral.


P.D.: no puedo terminar esto sin dejar constancia de la permisividad absoluta de la que gozan dos jugadores del Real Madrid, Xabi Alonso y Arbeloa campan a sus anchar por los terrenos de juego, pueden realizar entradas duras, casi criminales, que rara vez son amonestados. En algún momento se les tendrá que poner límites. Ayer protagonizaron esta vergonzosa escena con Messi que el árbitro, como no, dejó impune. La desconsideración de ambos con Messi me parece vergonzosa, deleznable y repugnante, más aun si contamos como transcurrió el encuentro.


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