30 de Enero de 2013, hoy es, de nuevo, el día, el partido del siglo se vuelve a disputar esta noche entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona en el estadio Santiago Bernabéu. Parece como si el mundo estuviese obligado a pararse ante tamaño acontecimiento de hecho, hasta hace no demasiado, así ocurría. De un tiempo a esta parte, es tal el aluvión de clásicos/partidos del siglo que, involuntariamente, ya acudimos a estos partidos como si de rutina se tratase. La frecuencia nos ha robado intensidad.
Hubo una época en la que estos duelos de altura se reservaban para un par de ocasiones al año y, con un poco de suerte, se podía dar lugar a un cruce en la Copa, de un tiempo a esta parte, principalmente desde la llegada de Mourinho al club blanco en 2010, es raro el año que no nos depara, al menos 4 o 5 enfrentamientos entre ambos clubes. Entre Liga, Copa, Supercopa y Champions hemos visto en los últimos 3 años casi tantos duelos como en los 10 anteriores. Este repentino incremento en la frecuencia con la que ambos clubes se enfrentan ha dotado al choque de una normalidad que, bajo mi punto de vista, nunca debió tener. Este partido era el partido del año, lo sigue siendo, pero un poco menos.
Aun con lo reiterativo del choque, el de esta noche nos ofrece las suficientes novedades como para prestarle la atención que merece, las bajas con las que acude el Madrid, el enrarecido clima que se vive en la capital, el duelo goleador ente Messi y Cristiano Ronaldo, lo que pueda pasar con Mourinho dependiendo del resultado. En definitiva, no es que ande el choque falto de alicientes para acaparar todo nuestro interés, pero claro, sabiendo que en apenas un mes viviremos otros dos duelos más, uno en copa y otro en liga, y, además, sabiendo que es posible un cruce en Champions, lo queramos o no, este partido del siglo, es menos partido del siglo que otros.
La clave de este partido, para ambos equipos, más para el Barça que para el Madrid, pero válida para los dos es que, aun siendo un choque importante, es muy difícil que sea decisivo para el transcurso de la temporada de ninguno de los dos equipos. Teniendo los cuartos de final de la Champions a la vuelta de la esquina, con esta como objetivo prioritario, sobre todo para el Madrid, se antoja que, de nuevo, este año la Copa del Rey se vuelve a quedar en chupito.
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