En lo que se refiere al análisis, valoración y posterior repercusión de lo visto en los partido por parte de según que periodistas, como en tantas otras cosas, podemos observar una doble vara de medir que, personalmente, me pone los pelos de punta. Todo depende de quien sea el infractor y de quien sufra dicha infracción, vamos, todo depende si el que sufre o comete la acción es o no madridista/barcelonista.
El indulto al blanco es la norma común en las faltas cometidas, así como lo es la martirización en caso de ser los receptores de la infracción, en el caso azulgrana la norma varía notablemente, de ser azulgrana el infractor se le criminaliza al extremo, si, por contra, es el azulgrana el que sufre la acción, se silencia, se minimiza y, en algunos casos, directamente, se tacha al azulgrana de teatrero.
Vamos a comparar dos acciones concretas que dejan a las claras este doble rasero.
Codazo en el ojo, viendo la imagen estática, parece una expulsión clara de David Navarro. El árbitro no pitó ni falta, ni hubo amonestación para el defensor levantinista, es decir, el árbitro, en su visión en directo, no contempló ninguna intención del defensor en impactar con Cristiano Ronaldo. Recordemos que ese partido terminó 1-2 a favor del conjunto madridista.
Por contra, nos encontramos con esta otra imagen acontecida el pasado Domingo en Mestalla, a la que apenas se le ha dado ningún eco mediático y que, bajo mi punto de vista, es de un calibre muy similar a la anterior, pero que, curiosamente, tiene como víctima a un jugador del F.C. Barcelona.
En el minuto 46 del partido que enfrentaba en Mestalla al Valencia y al Barça, el delantero Soldado se despacha con el siguiente pisotón sobre Sergio Busquets.
La jugada entre Soldado y Busquets se saldó con la sanción de la falta y una tarjeta amarilla para el delantero valencianista, el árbitro vio la jugada, la sancionó, pero no fue capaz de aplicar el reglamento tal y como debería.
Esta jugada apenas la hemos escuchado comentada en las radios o televisiones y poco, o muy poco, rastro de ella hay en la prensa escrita. Nadie se ha puesto a juzgar a Soldado, nadie lo ha criminalizado ni reprobado por un gesto tan feo, es decir, se ha dejado pasar la jugada como un lance más del partido cuando, de ninguna de las maneras, fue tal cosa.
Cuando el agredido es barcelonista y las posibles sanciones sobre dicha acción podrían haber ayudado al F.C. Barcelona a ganar un partido que, a la postre, terminó empatando, las jugadas se silencian y se dejan en el cajón del olvido. Recordemos que la jugada se produce en el minuto 46, es decir, el F.C. Barcelona debería haber jugada prácticamente todo el segundo tiempo con un hombre más, pero el árbitro, es su criterio, entendió que amonestar la jugada con tarjeta amarilla era suficiente.
Personalmente no soy demasiado partidario de rearbitrar partidos, mas que nada porque, se mire como se mire, es una pérdida de tiempo, el partido no se va a repetir, así que ponerse a discutir que hubiese pasado de pitar o no pitar el árbitro una acción u otra es ciencia ficción, nada real, nada seguro.
Lo que si tengo claro es que, si unas jugadas se rearbitran al extremo, se polemiza con ellas todo lo posible y se les da un bombo mediático desmedido, el resto de jugadas similares deberían tener exactamente el mismo tratamiento, pero claro, esa es mi opinión, yo no trabajo en AS, Marca, Cuatro, La Sexta o algún otro medio de la misma cuerda a los que solo interesan cierto tipo de polémicas, más concretamente, las que benefician al Real Madrid y/o perjudican al F.C. Barcelona.
Para terminar os dejo con imágenes en movimiento de ambas jugadas para que vosotros mismo juzguéis las intenciones reales del jugador que impacta sobre el otro, Soldado y David Navarro, porque, como tanto les gusta en la caverna, hablar sobre fotos fijas omite mucha parte de la realidad.
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