domingo, 3 de febrero de 2013

No faltaron tantas ganas, faltó fútbol

Llegaba el Real Madrid a Granada con, en teoría  la moral por las nubes y con Mourinho, también sobre el papel, reforzado, por un empate agónico contra el Barcelona en el Bernabeu en las semifinales de la Copa del Rey. Si, tal como suena, todo era alegría en el club merengue y su prensa afín por el mero hecho de haber salido medio vivos de un partido que merecieron perder de todas todas.
Con todo esto se plantaron sobre el césped del Nuevo Los Cármenes para, una vez más, y ya van unas cuantas, perpetrar un atentado al fútbol de 90 minutos de duración que, de nuevo, volvió a terminar en otra derrota del Madrid por tierras andaluzas. Póker de derrotas en el Sur en esta Liga, 4 visitas, 4 derrotas.

Perdió el Madrid contra un rival muy inferior, perdió con un gol en propia puerta, para colmo, el autor del gol fue Cristiano Ronaldo y, para terminar, de nuevo, volvió a salir Mourinho en rueda de prensa para cargar contra la prensa, el calendario y, sobre todo, algunos de sus jugadores. Una nueva rueda de prensa esperpéntica para tapar el lamentable partido de los suyos, la derrota y, una vez más, una actuación arbitral más que tendenciosa.
Los altavoces madridistas llevaban desde el final del clásico del pasado Miércoles enfrascados en una especie de caza y captura, de acoso y derribo contra Messi por unas supuestas declaraciones y un teórico salivazo contra componentes del equipo madridista. Con todo este lío, como ya viene siendo normal, se olvidaron del rival con el que se tenían que jugar los puntos el fin de semana, el mensaje que club y prensa dieron a su plantilla fue claro, lo de Granada poco importa, será fácil, somos el Madrid, lo importante es empezar a preparar las semis de Copa y los cuartos de Champions. Con esta atmósfera se plantó el Madrid anoche sobre el césped.

Tras la derrota volvió a aparecer Mourinho en rueda de prensa, como no, cargó contra los que confeccionan el calendario por haberles hecho jugar un día antes que el Barcelona, cargó contra la prensa por interpretar que, y cito textualmente, "Cuando ganamos es autogestión, cuando perdemos es culpa mía", para terminar lanzando un recado a algunos de sus jugadores diciendo "no sé por qué algunos estaban cansados, el Miércoles estuvieron en el banquillo o en la grada". Sin perder un segundo, esa prensa que, según el, tanto atiza a Mourinho, tomó como bueno todo lo dicho por el entrenador portugués en la sala de prensa del estadio granadino para empezar a señalar a jugadores como Di María, Sergio Ramos, Higuain, Marcelo y Coentrao. La teoría de Mourinho había calado, ya había responsables de la derrota y, sorpresa, ninguno de ellos era entrenador.
Basta echar un ligero repaso a las estadísticas del partido para sacar algunas conclusiones que Mourinho quiere mantener en la más absoluta oscuridad.


Si nos fijamos, la práctica totalidad de las estadísticas del partido de ayer son favorables al Real Madrid, lanzó más veces a portería y entre los tres palos, recuperó más balones, sacó más corners y cometió menos faltas que el rival, pero, sobre todo, el dato que más llama la atención es el de la posesión de pelota, el balón fue madridista casi un 70% del tiempo, es decir, el Madrid perdió anoche un partido en el que, sobre el papel, fue netamente superior a su rival.
Personalmente, mirando estas estadísticas y, sobre todo, habiendo visto el partido en directo, no se observa ese cansancio y esa total responsabilidad hacia los jugadores que ayer Mourinho achacó en rueda de prensa. Cierto es que los jugadores  del Madrid no se emplearon con la intensidad demostrada el Miércoles contra el F.C. Barcelona, como, también es cierto, que no deberían necesitar de ese nivel de intensidad para derrotar a un rival netamente inferior, no deberían necesitar correr más que un equipo cuyo presupuesto es menor que el coste del  fichaje de un suplente habitual como es Modric. No tiene sentido alguno. Es posible que una parte de la derrota se deba a esta falta de intensidad, pero es de necios creer que es todo debido a ello.

Mirando las estadísticas podemos observar que el Granda solo lanzó 4 veces a portería y que, solo una de ellas fue entre los 3 palos, es decir, 1 tiro a puerta, 1 gol, para más mala suerte, en propia puerta. Creo que a un equipo que alcanza estas cifras en materia defensiva no se le puede tachar de indolente, cansado o falto de ganas, los datos nos dicen que la concentración defensiva fue total.
En cuanto al ataque, el Madrid realizó 17 tiros a puerta de los cuales 4 fueron entre los 3 palos, podemos hablar de falta de puntería si se quiere, pero no de falta de intensidad, 17 intentos en 90 minutos no está nada mal. 
En definitiva, los números nos dicen que el Madrid estuvo muy activo tanto en defensa como en ataque y, sobre todo, que fue muy superior al rival en ambas facetas, pero, poco o nada nos indican acerca de la supuesta falta de intensidad o cansancio que Mou alegó en su discurso.

Si hay un dato estadístico relevante para entender lo que ayer ocurrió y que puede darnos pistas reales de porque ayer perdió el Madrid es, sin duda alguna, el de la posesión de la pelota. El Madrid tuvo la pelota en su poder un 70% del tiempo de juego, es decir, el peso del partido, el peso de la creación de juego, recayó fundamentalmente sobre el equipo de Mourinho, era el Madrid el que tenía que atacar a un equipo que los esperaba en las inmediaciones de su área. El mayor problema con el que se encontró el Madrid de Mourinho ayer en el Nuevo Los Cármenes fue, sin duda alguna, su deficiente creación de juego, ante a la a ausencia de Özil, no queda en este Madrid nadie que cree juego, nada que se salga del básico, previsible y tedioso guión que Mourinho ha incluido a sangre y fuego en su equipo. Para una plantilla de 500 millones de euros puede que falten ganes, sacrificio e intensidad, pero, definitivamente el déficit más grande que lleva acarreando desde hace mucho tiempo es el futbolístico.
El gran plan de Mourinho y sus chicos mediada la segunda parte, una vez entendieron que sus habituales mecanismos de robo y carrera no funcionaban contra un equipo tan o más encerrado en su campo que ellos mismo, el plan maestro fuero, una vez más, los balones largos y los pelotazos al área, no había otra alternativa, no había un plan B mejor que este.

La posesión y la escasa capacidad de creación de fútbol de los de Mourinho no solo explica el partido de ayer, también explica el partido de Copa del Miércoles y, en realidad, todos los partidos desde la llegada del luso. Si el Madrid tiene el balón, raro es el partido en el que sabe que hacer con el, si, además, les falta Özil, o la mejor versión de este, la creación de juego se limita a pelotazos y carreras, poco o nada más.
Este guión sirve contra equipos grandes o equipos menores valientes, que deciden atacar al Madrid en lugar de esperarlo en su campo, pero cuando, como ayer, el rival espera la llegada del Madrid, la nada más absoluta, la incapacidad como norma, pero no incapacidad física, sino futbolística.

Suerte tienen Mourinho y su Madrid que las copas, tanto la Copa del Rey como la Champions League, se las jugará contra equipos de su nivel, contra los que, en partidos como el del Miércoles, siempre tendrá alguna posibilidad, en cambio, en Liga, Mournho ya ha asumido que con su fútbol poco o nada le queda por hacer este año.

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