Esperando a Tito

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Pasados dos meses y medio desde la recaída de Tito Vilanova en su enfermedad y, aproximadamente dos desde la última comparecencia oficial de algún miembro de la directiva o dirección deportiva del F.C. Barcelona para hablar acerca de su situación, ayer a las 19:00, Sandro Rosell se decidió a hacer aparición pública en rueda de prensa para hablar, entre otros temas, acerca de todo lo que rodea a Tito, a su recuperación y a su relación con el Barça. Todo fueron buenas palabras, pero, bajo ellas, se entreven nefastas decisiones.

La frase clave, la declaración en la que se resume toda la actuación de la directiva y dirección deportiva del club blaugrana en torno a la enfermedad de su técnico, Tito Vilanova, la pronunció Sandro Rosell en la rueda de prensa de ayer por la tarde y es la siguiente:

"Nuestra prioridad absoluta esta temporada, más allá de los títulos, es la recuperación de Tito Vilanova. Es lo más importante, el resto pasa a un segundo término, aunque cueste todos los títulos"

Loables palabras las pronunciadas por el presidente de la entidad blaugrana, apoyo incondicional a su convaleciente entrenador, una declaración de principios muy clara, su salud está por delante de todo, lo más importante es que se recupere al 100% en los plazos que necesite, sin prisas, sin ningún agobio. No hay nada reprochable en las palabras de Rosell, perfección absoluta, dudo que nadie les pueda poner un pero.

Sin embargo, bajo tan bonitas palabras dedicadas al técnico del primer equipo, se esconde una segunda lectura mucho menos ejemplar, mucho menos respaldable que la idea principal del mensaje.

Todos estaremos de acuerdo en apoyar a Tito Vilanova en su recuperación, en no marcarle ningún tipo de plazo, en desearle lo mejor y en, una vez recuperado, recibirlo de nuevo en su puesto de trabajo con los brazos abiertos si así el lo desea. Sin embargo, seguro que la diversidad de opinión empieza a aparecer cuando nos preguntamos sobre que hacer durante el tiempo en el que Tito no esté en condiciones de entrenar al primer equipo. 

La junta directiva y la dirección deportiva decidieron que Jordi Roura se hiciese cargo del equipo durante la ausencia de Tito, cuando comunicaron que la ausencia de Tito no se iría más allá de los 2 o 3 partidos, todos estuvimos de acuerdo en que era la solución más adecuada, sin embargo, lo que iban a ser 2 semanas, se ha convertido en 2 meses y medio hasta hoy y, lo que es peor, sin una fecha definitiva para la vuelta de Tito al banquillo azulgrana. O la junta directiva mintió cuando habló de 2 semanas de ausencia, o, lo que es casi peor, ellos eran tan desconocedores de la duración de la baja como nosotros.

En este momento, conviene destacar otra declaración que ayer hizo el señor Rosell, la siguiente:

"Roura es un héroe, está asumiendo un papel que no le toca"

Si la directiva es la primera en admitir que el papel de Roura no es el que está ejerciendo ahora mismo, ¿porque lo mantienen en ese puesto?. A esto hay que sumar otra perla más del presidente Rosell:

"Dicen los psicólogos deportivos que a los 30 días de que el líder no está empieza a notarse una bajada de rendimiento. Llevamos muchos días sin nuestro líder"

Es decir, ellos saben que Roura no es el adecuado para sustituir a Tito y que, además, tal y como demuestran estudios, el rendimiento deportivo de los grupos baja pasados 30 días al perder a su líder. Se hace todavía más obligatorio preguntarse los motivos que, aun sabiendo todo esto, les llevan a mantener a Roura 2 meses y medio como técnico de la primera plantilla en funciones y dejar al mejor equipo del mundo sin líder durante todo ese periodo de tiempo. 

Parece mentira lo estúpido que puede llegar a ser Sandro Rosell, comparece en rueda prensa para dar explicaciones a su gestión de esta "crisis", se dedica a dar excusas más que explicaciones y, a la postre, lo único que hace con cada dato que nos da es demostrar, todavía más, lo nefasta de su gestión.

Ha quedado más que claro que la decisión de no contar con una figura que apoyase a Roura fue un error monumental, dejar al equipo sin líder  sin esa figura en la banda que temple nervios y aclare dudas ha sido muy perjudicial, por ahora, se ha perdido la Copa y se está en una situación muy comprometida en la Champions, la Liga parece asegurada pero, de seguir por el camino mostrado por el equipo las dos últimas semanas, si no cambia nada, incluso las peores pesadillas pueden hacerse realidad. Hay que aportar soluciones para este complicado momento, Rosell, ayer, no ofreció ninguna.

Como ya hemos dicho, todos estamos de acuerdo en el tratamiento que el club ha de dispensar a Tito, exactamente el que Rosell y su junta le están dispensando, lo que habría que preguntar a Rosell es en que mundo vive para pensar que es incompatible que Tito se recupere y que el Barça siga trabajando con normalidad y, a poder ser, ganando tantos títulos como se pueda.

Está claro que si nos diesen a elegir entre la recuperación de Tito y la consecución de títulos todos elegiríamos lo primero, una vida siempre está por delante de todo, pero, en este caso, una cosa no tiene nada que ver con la otra, Tito se puede recuperar perfectamente mientras el Barça gana títulos y trabaja con normalidad, para nada están ambas cosas reñidas, no se entiende la obsesión de Rosell en unir ambos asuntos.

Siempre se ha dicho que los clubes están formados por personas, pero que estos están por encima de ellas, que ningún club debería depender de una persona, por importante que esta fuese en el mismo. Pues bien, Sandro Rosell y su junta, no se sabe muy ben por que motivos, han decidido unir el destino deportivo del F.C. Barcelona a la salud de Tito, un gesto, pude que noble, pero, en realidad, la mar de estúpido.

Dios no lo quiera, pero, en un escenario muy negro nos podemos ver en un futuro sin ningún título en las vitrinas y sin Tito en el banquillo azulgrana, llegado ese momento, si eso ocurriese, yo sería el primero en exigir responsabilidades a esta junta por ambos acontecimientos.

La mejor manera de que Tito se recupere es liberándole de toda la presión posible, que se encuentre lo más tranquilo y sosegado que pueda, que solo se preocupe de sus necesidades y su recuperación. No creo que el escenario actual de prisas y urgencias sobre el regreso de Tito sea el mejor para su situación.