Cuando quedan dos días para disputar el partido de la Liga BBVA contra el Deportivo de la Coruña y cinco para recibir al Milán, ambos partidos, por suerte, a disputar en el Camp Nou, una vez dejadas atrás las derrotas contra Milán y Madrid, una vez organizada y realizada la típica comida de hermandad de la plantilla, una vez dadas todas, o casi todas, las ruedas de prensa posibles para dar explicaciones y puntos de vista. Una vez hecho todo esto, solo es momento de dar soluciones, soluciones sobre el césped, soluciones reales a los problemas que han venido afectando al Barça en el último mes.
Todos sabemos perfectamente que problemas han afectado al equipo en estos últimos partidos, especialmente desde el partido en Milán, todos hemos podido ver que el balón no circulaba a la velocidad adecuada, que los jugadores tampoco se movían por el campo con la fluidez habitual, que la defensa ha sufrido lo indecible, que el ataque no ha generado el caudal de ocasiones de peligro a las que nos tiene acostumbrado, todos hemos visto precipitación y falta de precisión, todos hemos visto al equipo fundido, ya no hay ninguna necesidad de seguir hablando acerca de los problemas, ahora es tiempo de poner soluciones.
Por muy mal que se haya podido ver al equipo, por mucho que se haya perdido la oportunidad de jugar la final de Copa, por mucho que se haya perdido dos veces seguidas contra el Real Madrid, por muy negro que algunos intenten pintar el horizonte del F.C. Barcelona, la realidad es que, a día de hoy, todavía se está a tiempo de firmar una temporada muy exitosa, con la Liga casi en el zurrón, la ventaja es más que considerable, una buena reacción en el partido de vuelta de octavos de la Champions League, un golpe sobre la mesa en la competición más complicada, podría dar alas al equipo para intentar acabar la temporada con un nuevo doblete Liga y Champions. Todavía es posible, pero nadie dice que vaya a ser fácil.
El partido del Martes ante el Milán puede ser de un efecto sanador mucho más importante de lo que pueda parecer, no solo recuperaría al equipo anímicamente para lo que resta de temporada, sino que, además, una remontada en esta eliminatoria supondría un nuevo aviso para el resto de aspirantes al título de la Champions, supondría, sobre todo, cerrar la boca de muchos que ya han dado por muerto a este equipo, pero, sobre todo, significaría el regreso del fútbol de Barça, lo que, a la postre, con victorias o con derrotas, tiene que ser lo más importante para el equipo y para el club. El juego y la identidad que el mismo otorga a este Barça son el mayor patrimonio del club, por encima de todo, preservarlo ha de ser, de lejos, la mayor de las obsesiones de todos los estamentos del club, si el juego persiste, el Barça persistirá con el. No hay más.
Hemos podido leer, ver y escuchar a muchos analizando lo que le pasa a este Barça y proponiendo sus soluciones, desde mi humilde posición de aficionado medio, con los conocimientos escasos de los que dispongo, creo que la solución a todos los problemas del Barça es que, empezando por el Sábado ante el Deportivo, todos volvamos a ver jugar y divertirse a Xavi, Iniesta, Messi, Alves, Busqutes, Piqué, J. Alba, Valdés, Villa, Alexis, Tello, o cualquier integrante de la plantilla que dispute minutos, que veamos a los originales, a los de siempre, no a esas sombras sin alma que hemos visto en los últimos partidos.
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